Atracciones Principales de Bristol

Bristol comenzó desde sus humildes comienzos como un 'lugar junto a un puente'.

Aunque el área de Bristol ha sido habitada desde tiempos tan lejanos como cuando los neandertales vagaban por Europa Occidental, la ciudad fue fundada durante el siglo XI y rápidamente se estableció como un puerto prominente. Su prosperidad estaba relacionada con el mar; el puerto de Bristol importaba productos, recursos e historias de todo el mundo. Desde entonces, Bristol ha seguido creciendo su historia y su cultura a orillas del río Avon y a través de su agua, ofreciendo atracciones que continuamente llaman la atención de los turistas.

Quizás el pasajero más famoso de las olas del Avon fue el SS Great Britain. Diseñado por el legendario ingeniero, Isambard Brunel, el SS Great Britain fue lanzado en 1843 y así nació uno de los barcos de vapor más avanzados de todos los tiempos. El SS Great Britain transportaba pasajeros desde Bristol a Nueva York en solo 14 días e incluso transportaba inmigrantes a Australia antes de que se retirara a las Islas Malvinas en 1884. En 1970, fue devuelto a casa al dique seco de Bristol, donde hoy puede ser recorrido y explorado por los visitantes.

El SS Great Britain fue uno de los muchos barcos que dominaron el puerto de Bristol a lo largo de los siglos. El resultado inevitable de estos esfuerzos náuticos fue una entrada de diversos productos extranjeros, que variaban desde telas y alimentos hasta joyas y otros recursos. Estos productos y sus comerciantes se reunían en el Mercado de San Nicolás. Abierto por primera vez en 1743 en Corn Street en el centro de la ciudad, el Mercado de San Nicolás todavía se mantiene hoy como testimonio de la historia de comercio de Bristol y es tan popular como siempre. Aquí, puedes disfrutar del ambiente peculiar, buscar una variedad de productos y alimentos en más de 50 puestos; incluso puedes visitar los mercados de agricultores que rodean Corn Street en ciertos días.

Manteniéndose fiel a su posición junto al mar, el Acuario de Bristol alberga una variedad de vida marina exótica y extraña. Ven a ver a sus tiburones tropicales, caballitos de mar, pulpo gigante del Pacífico y otros habitantes del mar. Uno de los puntos destacados del acuario es el túnel submarino, que ofrece una oportunidad única de pasear por el corazón de uno de los ecosistemas más bellos. Alternativamente, puedes visitar animales terrestres en el Zoológico de Bristol, donde puedes ver animales nativos de continentes extranjeros. Además de contar con un gran número de animales, el zoológico tiene varias áreas de juegos para niños, incluido Heap of Trouble, que destaca la importancia del reciclaje.

El hito principal de Bristol es quizás el Puente colgante de Clifton. Esta ciudad siempre ha estado asociada con un gran puente; de hecho, su nombre proviene de su título en inglés antiguo de Brygstow, que significa 'lugar en el puente', y ninguno ha rivalizado con el Puente colgante de Clifton. Con una impresionante edad de 150 años, este puente ha proporcionado vistas impresionantes de la Garganta de Avon a generaciones de bristolianos y la zona se ha convertido en un imán para hoteles, pubs y restaurantes. Hablando de grandes vistas, uno de los panoramas más impresionantes del suroeste de Inglaterra es la Catedral de Bristol. Fundada como una abadía en 1148, la Catedral de Bristol es una maravilla y un testimonio de la arquitectura inglesa; ganando su estatus como un Edificio Listado de Grado 1. La catedral ofrece visitas guiadas por sus terrenos históricos, que te llevarán a través de todo su esplendor.

Tal es la historia de Bristol que una catedral casi milenaria no es su edificio más antiguo en pie. En Berkeley, puedes visitar un castillo que data del siglo XI. Este es un castillo medieval bien conservado que fue propiedad temporal de la dinastía Tudor, vivió una guerra civil y fue el escenario del asesinato del Rey Eduardo II, según la opinión popular. Expertos te guiarán a través de Berkeley Castle y te mostrarán todas las áreas diferentes; incluidos tapices, la cocina y el calabozo, donde, según la leyenda, todavía se pueden escuchar los gritos del asesinato de Eduardo en cada aniversario de su muerte.

Con todos estos lugares de interés y un próspero negocio comercial, no sería sorprendente saber que Bristol fue hogar de personas muy exitosas. Uno de esos individuos fue William Gibbs. Como el no noble más rico de Inglaterra, Gibbs adquirió una casa que se ajustaba a tal riqueza en forma de Tyntesfield; una magnífica casa de campo victoriana que fue comprada por el National Trust. Gibbs reconstruyó la propiedad y abogó por el estilo gótico de arquitectura, que se combina con su encanto georgiano para crear un hogar elegante en un entorno campestre sereno, haciendo de este uno de las atracciones más fotogénicas para visitar.

Para más atracciones modernas de Bristol, At-Bristol ofrece un enfoque práctico al mundo científico. Este es un museo de ciencias que se esfuerza por hacer que la ciencia sea accesible para todos, con exposiciones interactivas, espectáculos, talleres y un planetario. Exposiciones como 'Cerebro Real' y 'Zona de Vuelo' - que se enfocan en la visualización de un cerebro humano real y el vuelo respectivamente - siguen atrayendo visitantes. M Shed representa el museo más único de Bristol, ya que su tema no se puede apreciar plenamente en ningún otro lugar. Sus tres galerías principales se centran en los lugares de Bristol, la gente de Bristol y la vida de Bristol, todo combinado para contar la historia de esta ciudad.

Es adecuado que un museo sobre Bristol esté ubicado junto al puerto, donde Bristol comenzó desde sus humildes comienzos como un 'lugar junto a un puente'. Es desde la orilla del río que Bristol emergió como una ciudad y, en el camino, nos proporcionó una variedad de atracciones con encanto bristoliano.